¿Sexo? Indispensable, si aún no te has dado cuenta es porque estás ignorando las señales que tu cuerpo te envía, pero eso se acabó porque acá te compartimos una. Toma nota. 

Estás tan involucrado en tu trabajo, en tus proyectos, que el tiempo para ti es escaso y todavía te preguntas: ‘¿por qué disminuye y disminuye tu propio placer?, ¿qué no? Entonces responde: ¿cuándo fue la última vez que tuviste sexo? Del bueno, de ese que se vuelve adictivo… ¿sigues pensándolo? ¿estás dudando?
Pese a que sabes que el sexo es buenísimo, a veces es inevitable dejar de practicarlo, ya sea que no tengas con quien, o por falta de ganas -¿estrés?-, lo que no te pones a pensar es en las consecuencias, porque aunque no lo creas tu cuerpo lo reciente. Es como abstenerse de beber agua cuando se tiene sed, o incluso cuando no y a la larga llega la sequía… pero pasemos a las señales que te envía tu organismo para indicarte que ¡necesitas sexo YA!
1. Mal humor. Múltiples factores te pueden poner de malas: el tráfico, el clima, la mosca que vuela alrededor de tu jugo de naranja mañanero… cualquier cosa, especialmente las muestras de amor entre una pareja.
2. Desenfrenada atracción sexual. De pronto te das cuenta que la persona que tienes al lado posee una guapura rara que te atrae como una polilla a la luz, cuando en el pasado -en aquel tiempo en que echabas pasión- la veías común y corriente y hasta fea.
3. Pensamientos sexuales la mayor parte del tiempo. Dicen por ahí que cuando se piensa en “algo” todo el tiempo, es porque se desea, y es verdad. Tú cuerpo desea sexo y piensas en eso todo el tiempo. Ves sexo en la televisión, lo escuchas en la letra de una canción, lo buscas en anuncios publicitarios… *alguien necesita liberarse.
4. Fantasías Diurnas. Son representaciones mentales creadas por el inconsciente. Es decir, normalmente soñamos con cosas que deseamos, sean posibles o no, eso explica por qué constantemente sueñas con esa chica y ese chico llegando “al otro nivel”.
5. Masturbación. Llegando a este punto sobra decir que es muy evidente que te urge tener relaciones sexuales. Esta practica de autoexploración y autoerotismo es esencial y -obligatoria- cuando se trata de darle una salida a esa tensión sexual, la cual no puede quedarse estancada con el pretexto de “no tengo pareja”.